martes, 2 de junio de 2009

Baja el paro

Y un huevo! El titular del mes de mayo es totalmente erróneo, o por lo menos no refleja la situación en el ámbito que me rodea.
Cada mañana, venir a trabajar representa una incógnita por saber qué pasará en la oficina. Ayer, sin ir más lejos, le tocó el "premio" a un compañero de fatigas que conozco desde mi incorporación a la empresa, hace ya casi 5 años.
Se acabó su proyecto, regresó al "on the bench". Casi sin tener tiempo de instalarse, fue llamado a la sala de nominaciones. Se acabó su relación laboral. No sé si disimulando la tristeza, o quizá satisfecho con la negociación se fue tan campante...
Creo que más bien, disimuló el pesar emocional que sentía en ese momento.
Confirmado que mi tabla de salvación es mi reducción de jornada. Pero se paga el precio del ninguneo diario, y el hacerme sentir que no sirvo para nada y que no cuentan conmigo. Mobbing en la sombra??
Los que sobrevivimos, estamos pendientes de la puerta pitante, para vislumbrar en cualquier momento a la muerte con su guadaña reflejada en el responsable de RRHH. A quién le tocará mañana?